La visión desde el tapón

Day 1,176, 22:35 Published in Uruguay Uruguay by Rolote

Todo uruguayo que sale a dar una vuelta por ahí se choca con el mismo karma... A ver, vení vení, mirá este que está acá, capaz que te sirve, ¡con los buenos vinos que tienen allá en la Argentina! me dice una vendedora mientras me quiere vender un pedazo de madera curvo con un agujero para enganchar la botella. La miro y pienso para mi, 'vale la pena nuevamente hacer la aclaración'; no gracias, estoy buscando otro tipo de cosa para llevar. El uruguayo promedio tiene una visión bastante sesgada de LA Argentina. En EL Uruguay somos distintos decimos, y hasta los propios argentinos lo corroboran en la mayoría de los casos al ser encuestados... ¿qué tan cierto es esto? ¿Es real el arquetipo que tenemos de argento? ¿Es real que el uruguayo es distinto?

Es bastante injusto hacer un juicio de valor general simplemente basado en su basura mediática infectuosa, decadente y degradante. Principalmente en ello basaba mi opinión. La televisión argentina, salvo contados ejemplos, sólo me merece dichos calificativos... ¿es acaso la televisión uruguaya -si es que existe- mejor? Observemos por ejemplo lo que Fernando Vilar ha hecho con canal 4 (o al menos con su informativo), a mi en lo personal (y esto es personal) me da asquito realmente. Ya hace varios años que la televisión no es santo de mi devoción. De todas formas es imposible ser atelevisivo, a uno le llegan cosas de costado y si hay un almuerzo en familia -al menos en la mía- la televisión es un integrante más. La televisión abierta uruguaya... ¡qué tema! Parece que Tinelli sigue haciendo de las suyas, Carballo comenta Gran Hermano, que hay un Gran Hermano Hot (!) con todo tipo de especímenes y, que salvo en canal 5, lo único que se puede observar en los horarios de la mañana y tarde son novelas de todo tipo de procedencias, programas de chimentos, a Victoria Rodríguez en un programa de cruda realidad y contexto social, y/o 'revistas' nacionales donde se cocina, se hacen artesanías, vienen tarotistas y hacen 'móviles' muy interesantes. Tengo mucho más para decir en este rubro, pero lo guardo para otra pues no es el punto. Sólo decir que la televisión abierta uruguaya hace tiempo inició el mismo camino que la del otro lado del charco, ¿Cuántos programas argentinos ve un tele-espectador uruguayo promedio? ¿Cuántos rebeldes ways y patitos feos? ¿Cuántos Tinellis, Sofovichs, Riales y Morias? Peluffo -que debo reconocer me cae simpático- se ha adueñado de las horas televisivas de canal 4 en mayor medida que Gorzi de las de canal 5.

Para volver al tema, sinceramente yo nunca había tenido mucho contacto directo con los argentinos hasta esta primer quincena de enero. No, no fui de vacaciones a LA Argentina, estuve en La Pedrera, departamento de Rocha, República Oriental del Uruguay. En verano, ya nada en Uruguay es ajeno al desembarco en nuestras costas, al mejor estilo del 19 de abril de 1825, de los 333.333 ciudadanos del país argento. La Pedrera fue habitado, según un estimativo hecho con el ojiloscopio por el redactor, en un 75% por argentinos, 20% por uruguayos y 5% por chilenos. Fue allí que estudié el especimen, lo miré de cerca, conviví con el, lo observé en su habitat semi-natural.

El ejemplar femenino se me hizo medio garronero al principio, al empezar mi investigación los primeros fonemas que recibí mientras tomaba cerveza tranquilamente en la calle fueron algo así como: che, chabón, ¿no tenés cien pesos por ahí?... Un ejemplar atractivo de pelo castaño y ojos claros me observaba al emitir esos sonidos. Intenté darle alguna indicación de cómo debía entablar una conversación razonable... pará un poquito bo, ¿no tenés un 'hola-como-estas' por ahí?, el especimen femenino parecía un tanto aturdido por la respuesta, visiblemente ebria se dio medio vuelta y prosiguió su búsqueda monetaria con otros amigos (otras palabras recibió durante un rato de mi parte pero no vienen al caso, en ningún caso consiguió algo más que ofuscarse, su estrategia fue fallida). Mi investigación prosiguió, che, chabón, ¿no tenés un cigarro?, che, chabón, ¿no tenés fuego? y che, chabón, ¿no tenés un trago? fue lo que más escuchaba salir de sus femeninas bocas. Cualquiera fuese el efecto de sus palabras, obtuvieran o no el bien en cuestión, el ejemplar se daba media vuelta sin emitir vocablo y se retiraba... curioso modo de actuar pensaba... Finalmente conocí una muchacha argentina bastante simpática, hablamos de todo un poco, me explicó la diferencia entre ser de capital federal y de provincia, qué era el gran Buenos Aires, y dónde quedaba Luján y Ramos Mejía. Además, sus amigas también fueron muy simpáticas ¡No todo está perdido pensé! En este rubro, hay de todo como en todos lados.

Con el ejemplar masculino, pido perdón a los lectores, pero no tuve mucha interacción. Sólo decir que conocí algunos muchachos macanudos -de provincia todos ellos- y que, al contarles, corroboraban en todos los aspectos la idea mental sesgada que uno tiene de un argentino... ¡eso sí! culpaban a los de capital federal por darle esa fama al argentino promedio.

Dicho todas estas palabras al aire, nada cambiará obviamente, al salir y entablar charla con extranjeros escucharemos las mismas frases que he escuchado: ¡cómo me gustaría conocer LA Argentina!, ¡ay! ¡me encanta como hablan los argentinos!, uhhhh, ¡qué rico! un asadito argentino -haciendo brasa quemando bolsas de carbón, ¡por favor!- y el tradicional hola, disculpá una pregunta, ¿usted es argentino no?. Ante la respuesta a esta última pregunta sólo existen dos continuaciones posibles por parte del interpelador: ahhh... casi, casi, pegué en el palo o uhhh... ¡qué bueno! porque los argentinos son . También aguantarse algún chistecito que he escuchado a alguna muchacha borracha dedicarme: che... chicos... y si agarramos el re vaso, nos servimos de la re botella y nos la re tomamos ¿te re parece?.

Luego de pensarlo varias veces sigo buscando una opinión concluyente al respecto, ¿qué tan distintos somos? ¿puede un país tan chiquito como Uruguay ser independiente de una influencia tan fuerte con la de Argentina? Si ni siquiera económicamente somos realmente independientes ¿lo puede ser la idiosincracia de la población? Yo, me la juego y creo que sí, el uruguayo promedio es distinto en algunos aspectos claves que hacen una pequeña diferencia -para bien o para mal- que al final, hacen el qué de la cosa. Diferencia que es irreconocible para una persona que no sea rioplatense, pero es diferencia al fin. Y ojo al gol que la transitiva aquí no aplica, los argentinos son confundidos con los porteños, y los uruguayos somos confundidos con los argentinos. Es así que el arquetipo se ha formado y no cambiará ni en corto ni en mediano plazo, y hay de todo a ambos lados del Rio de la Plata. Después de todo, y dicho con mucho respeto, en el mundo sólo nosotros -y quizá también Lord Ponsonby y por eso nos separó- sabemos que LA Argentina es una linda señorita de uñas pintadas, y que EL Uruguay es un macho peludo con pelo en el pelo y facón en los dientes.

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