201: odisea en eArgentina

Day 1,058, 17:27 Published in Argentina Argentina by Partido SOcialdemocrata Argent





Siéntese. Aquí le dejo el mate, a punto, rebosante de espuma, pero deberá cebarlo usted, pues las continuas vueltas distraen mis argumentos. Ya sabe cómo somos los rojitos; no mordemos, no, no se asuste, sólo tenemos cierta querencia a masticar las verdades, que a veces tienen ese sabor amargo, ¿sabe? Como el mate, que acabo de alcanzarle.





Usted lo sabe mejor que yo. Cada 5 es un disparate, un quebradero de cabeza. Es deber del buen ciudadano informarse, leer las propuestas, oír a la futura autoridá. Pero hay cosas, aquí entre nos, que siempre quedarán en el tintero, o se escriben en papel con limones, para que… ya sabe.

¿Por qué tomarse algunas molestias? Todo está en los números, y si no quiere escaparse de las verdades, comience por hacer algunas cuentas. Por empezar, usted no gana lo que dice ganar; cada vez que recibe su sueldo, una pequeña parte va a la autoridá. Este número apenas si será una picazón para su bolsillo, pero propáguelo a sus compatriotas, súmelo y obtendrá una parte de lo que usted forma parte. ¿Sabía que ese rejunte queda a disposición de unos pocos? ¡No se asuste! Colocar a esos pocos depende enteramente de usted y, por supuesto, todos aquellos que son picados en el bolsillo, cada día.

Si es sensato, como lo creo de un paisano que gusta de un buen mate amargo, tendrá curiosidad de saber qué sucede con las grandes sumas. Pues van a manos humanas, ¿sabe? y el humano es proclive a cometer errores, a veces tontos, otras veces simplemente estúpidos, y a veces no hay error, sino mala intención. Preste atención.

Vea, preste sus ojos, sus oídos, y sobre todo su razón. Hasta no hace mucho, su gobernante, candidato de cierto partido que avoca progreso en sus formas, pero no su accionar, autorizó y avaló la transferencia de doscientos y un gold para pagar el fraude de un ladrón. Esto es que, parte de las grandes sumas que concentran los ciudadanos, indirectamente quedó en manos de uno solo. ¿Y dónde se encontraba usted cuando se decidió esto? Ah, cierto… jamás le preguntaron. Tener amigos arriba, sirve .





Pero la historia no termina allí, y tiene otros ribetes, otros colores para ir pintando la historia Argentina. Si alguna vez fue oficialista, sabrá usted que todos los cargos ministeriales son pagados por Dios, lo que es decir lo mismo que la simple felicidad de realizarlos, o en otras palabras, gratis. Ahora, su gobierno que usted votó, no aprovechado con lo anterior, prodigó dádivas no sólo a sus tutores, sino a los mismos educados. Es decir que se pagaba por aprender, o más bien, estar en una lista. ¿Tardó en anotarse? Lástima. La fortuna favorece a los audaces (o quizás a los amigos del poder).

¿Sabe cuál es la parte más triste de todas, Don? Y no me mire así, que el peor pecado que puede cometer un hombre sensato es callar cuando la razón está de su lado. Lo más triste de todo, le decía, es que en Argentina este partido tiene la mayor cantidad de miembros; lo más triste de todo es ver los periódicos y no encontrar ni un solo grito de cordura frente a tanta ignominia y desprecio a las formas democráticas. Fuimos testigos y víctimas de un hecho aberrante, de un robo secretamente articulado para que las víctimas fueran confundidas con sus ejecutantes, y el silencio, Don, el silencio nos vuelve cómplices. El silencio avala, el silencio permite.





El mate se está lavando ya. Veo su cara de impaciencia, y la entiendo. No voy a pedirle más que razone; sé que usted mismo no se podrá mentir, aunque lo haga de lengua para afuera. Y sé que, la próxima vez que vote, ya lo pensará por segunda vez.


Que tenga buenos días.




N. del E.: ante cualquier queja, dirijase al foro nacional más cercano.