Una historia por partes: Parte 2 El elegido

Day 913, 12:15 Published in Spain Spain by galizalivre
Como mucho publicaré dos partes por día, aquí esta la segunda de hoy:


Parte 2 El elegido

La fortuna parecía estar de mi parte esta vez. La dirección de correo de ese tal Brandan aunque antigua, parecía tener datos personales reales e incluso una dirección física. Creo que todavía no he dicho que mi mujer era gallega de la zona de Arousa, yo soy italiano de Torino y aunque simplemente se trató de pillar un avión con mi hija, todo fue una aventura, pues para nada sabía que me iba a encontrar.

Me dirigí a la dirección que obtuve, pero allí no había ningún Xose, que era el nombre obtenido, ni mucho menos Brandan, pero me dieron una pequeña pista de donde vivían los antiguos propietarios. Así que nos dirigimos con un vehículo alquilado a Portonovo, a unos cuantos quilómetros del primer lugar, pero en la dirección que me dieron no contestaban. Al menos había valido la pena aquel olor a mar, aquel paisaje y aquellos lugares tan alejados de nuestra realidad cotidiana de una estresante ciudad y computadoras.

Cuando estaba a punto de rendirme, vi llegar a una señora con una niña, bueno más que niña, una chica de quince o dieciséis años, se llamaba Iria como mi hija y descubrí que el marido y padre se llamaba Xose, con lo que mi corazón se aceleró, estaría por fin en la pista correcta?

La señora fue muy amable y me invitó a pasar, con una confianza que no esperaba. No mucho más tarde llegó su marido, era un hombre de mediana estatura, con el pelo blanco y con como mucho cincuenta años, quizás alguno más, pero siempre fui muy malo con las edades. Se lo expliqué todo quizás demasiado pronto y por un momento tuve miedo de que el señor se asustara y me tomara por un loco, pero no lo hizo, me escuchó con calma y cuando dije lo que esperaba de él me dijo sin pensarlo demasiado que no. Que él no iba a entrar en WH para sacar a mi mujer, a aquella que la había conocido en aquella evida e incluso personalmente, pero nada más, pues nunca había tenidomás noticias hasta las que yo le había contado. De hecho ella era unos quince años más joven que él y nunca me había hablado de aquella parte de su vida. Mi desilusión fue absoluta. En parte tampoco tenía derecho a pedirle a alguien que no conocía de nada a que lo abandonase todo para ayudarme a mí, y tenía razón.

Agradecí el trato y la atención y me fui con mi pequeña en los brazos sin poder ocultar mi desolación. Desde el principio sabía que sería complicado convencerle, pero entrar yo, aparte de dejar sola a mi enanita, era como buscar una aguja en un pajar, él en cambio conocía cosas de ella de las que a mí nunca me había hablado. Cuando salía del edificio un brazo agarró el mío, era el tal Xose, me miraba como con la vista perdida y me dijo:
-Lo haré.

No sé que recuerdos o circunstancias desperté en aquel hombre, que según supe no era más que un profesor de lengua gallega, pero el caso es que aceptó ayudarme y yo le estaré eternamente agradecido.


Proximamente: Parte 3 El infiltrado

Parte1 Un futuro posible



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