Los problemas de España. La política.

Day 1,517, 07:01 Published in Spain Spain by OutSmarter

Tercera entrega. Ahora un repaso a la política en general, tras la cual vendrán un par de entregas, en realidad no sé cuántas, sobre facetas más especificas de la política como el crecimiento demográfico, la economía y tal.

Hace bastante tiempo, antes de que en la portada de eRepublik apareciera una bandera francesa y cosas tan graciosas como aquella de "lucha contra gente real" el negocio éste te lo vendían como un juego social, simulador político, económico y militar, y aparecían banners con slogans hyperos como "Conviértete en el Presidente de tu país" o "Lidera a tu nación hacia la gloria".

Así, el jovenzuelo que entraba en el juego se encontraba en una amplia comunidad de jugadores, algunos de los cuales se dedicaban a la política, a los que el mozo tomaba por referente y ensoñaba con llegar a estar a su altura algún día, o incluso a llegar a hacer lo que rezaba el banner, convertirse en Presidente. Hoy se encuentran con Olivieira.

Imagínate por dónde queda la ilusión de ese chaval esperanzado que entra (si es que entra, de esto ya hablaré en otro artículo) al encontrarse con que cualquier personaje puede llegar a Presidente, y que aquí no se hace nada o se hace el inútil y a nadie le importa. Pues la cosa pierde fuelle, si tal el novato soltará un par de "¿Pero qué narices pasa aquí?" y tras ver como la peña pasa él también pasará, o directamente cogerá y se irá por dónde ha venido.

Y como lo mismo que le pasa al novato le pasa a cualquier jugador, cada vez son más los jugadores de valía que pasan de lo que viene siendo hacer pa' na' y se perpetúa ese circulo vicioso del pasotismo del que nace ese fenómeno que yo he gustado de bautizar y reproducir en la siguiente imagen.



Poco a poco la gente con algo de lo que hay que tener ha ido pasando y nosotros nos hemos visto obligados a ir rebajando nuestro nivel de exigencia, de manera que cuando antes te plantaban en una candidatura encabezada por un tío que no hubiera sido antes ministro o algo por el estilo llovían críticas de acero ahora te ponen a un novato al que sólo se ha visto por el foro de su partido y hasta lo aplaudimos.

Así, Congreso, Gobierno y demás instituciones se han ido llenando de estos jugadores del tercer tipo, más que nada porque nadie más quiere llenarlos. Luego como es normal, por ser gente inexperimentada y generalmente que ha ido allí por la medalla o por ser más avaricias que el de al lado, no saben hacer nada a derechas o directamente no tienen intención de hacer ni el huevo.

Nadie nace sabiendo, y una renovación generacional de vez en cuando es necesaria, pero mientras que antes el que quería llegar a Ministro tenía que pasar antes por prácticas haciendo de ayudante o vice y antes de eso haber hecho alguna otra cosa que demostrara algo de potencial para los jefes del partido ahora la cosa es llegar y besar el santo.

Así, de ésta incesante sucesión de bajas en la plantilla amañada con repuestos de tercera se deriva todo el colapso político que sufrimos. Podríamos decir que son los partidos los únicos culpables de éste desfile de políticos sin sustancia, que aunque libres de culpa tampoco andan habría que ver lo que le cuesta a uno encontrar a un once para formar equipo en el actual mercado de fichajes.

Recalco que libres de culpa no están porque siendo organizaciones supuestamente destinadas a hacer política, puede llegar a hacer un año que no veo una sola propuesta o intentiva de mejora por parte de estos, ni comentada en un panfleto del partido, ni propuesta en el Congreso, ni llevada a cabo en el Gobierno. Eso sí, cuando se abran las plazas para el Congreso menuda cola para coger Asturias.

El problema del asunto es que la política va de organizar, de gestionar el país y de mejorarlo, no de simplemente mantenerlo. Y si pasamos de tener gente válida que piensa en cómo mejorar el país a cualquier cosa pensando en cómo no cagarla o cómo escaquearme de que me pongan verde el país deja de ir para arriba para ir para abajo.

Círculos viciosos como éste sólo pueden romperse con golpes de efecto, haciendo que la rueda gire en el otro sentido. Hay que animarse a volver a la política, o a empezar, por qué no. Presentarse a tal o cual puesto y trabajar, o más cómodamente dedicarse a dar ideas y comentar desde la grada como hace un servidor ahora mismo.

Dijo alguna vez algún iluminado que cuando el mal vence es porque los buenos descansan.