Suscríbeme a tu boletín (o The Simpsons already did it!)

Day 878, 03:09 • Published in Spain Spain • by Pechorin

Estoy cansado de la falta de información. No hay día que pase que no me pregunte: “habrá RW”, “se atacará a alguien hoy” o “para cuando la invasión de eItalia”. Las preguntas, con las palabras que las forman, se las lleva el viento, problema que parece haberse propagado también a las promesas o las intenciones, por eso yo tengo confianza en el papel (o el texto de la pantalla en este mundo virtual). El papel lo aguanta todo.

Un sabroso boletín. Mensajes claros, explicaciones concisas, que no dejen lugar a dudas ni a preguntas inoportunas. Dónde, cuándo… todo decidido, todo listo para entrar en acción. No sé puede pedir más a estas alturas. Hay tanta información que manejar, son tantas las posibilidades de caer en la trampa de algún malpensado que quiera utilizarnos con fines oscuros, indefinidos, en suma: desconocidos.

Las ordenes incluidas en los boletines, la información que de ellos se extrae evita estos problemas. El ciudadano medio ya no sufrirá la angustia propia de quien no sabe por qué hace algo o porque deja de hacerlo. Ahora se informa, participa.

Quizá el Congreso pueda redactar una nueva ley para incentivar que la gente esté suscrita a todos los boletines (si hay reticentes se actuará de acuerdo al interés general), así junto al gobierno fomentar la participación de la ciudadanía. Se me ocurren varios lemas alentadores: “Participar es leer el boletín”, “Suscribete a la participación” o incluso “Participación es amor”.

Procuremos pues que para una buena digestión de la información gubernamental nadie hable de recetas o de ingredientes, que nadie piense que la cocina está abierta para todos. Hay que participar en la justa medida. Suscripción y lectura.

Simpático lector, no te olvides de participar en la acción gubernamental: un voto y una suscripción cuestan muy poco, formar parte de las decisiones en cambio no tiene precio (¿o sí?)


PS: me acabo de acordar del capítulo de “Los simpsons” en el que muere la esposa de Flanders y en el velatorio Bart se pone a jugar a los videojuegos con Todd y Rod, hijos de Ned Flanders. Tras finalizar el primer nivel Bart se dispone a continuar jugando cuando Todd le dice que ellos también quieren jugar a lo que Bart replica: “Si ya jugáis, somos un equipo”.

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