Fútbol, la vida misma

Day 2,784, 08:15 Published in Chile Argentina by Pescaman


Por política editorial, no compro votos.
Si te gusta el artículo puedes apoyar suscribiéndote, votando y/o difundiendo.

Fútbol, la vida misma
erepublik.com/es/article/2535909/1/20
~SHOUT V/S




Me dicen que el fútbol es la vida misma. No les creo.

Me dicen que no es un deporte, sino el girar de nuestra existencia, ganando y perdiendo, haciendo lo mejor posible para muchas veces caer derrotados y para alzarse con la victoria celebrándola, pues sabemos que pronto nos tocará de nuevo ser derrotados.

En la vida hay quienes piensan que si acaso actúan correctamente lograrán a cambio recompensas, pero la noticia es que generalmente no ocurre amigos, es tan así que cuando sucede agradecemos el acontecimiento. Hay otros en cambio que buscan recompensas actuando justamente del modo contrario, lo hacen como si fuesen ellos el centro del mundo y el resto simples peones para ser utilizados a antojo. Y eso se parece demasiado a jugar como nunca y perder como siempre, y más de lo que quisiéramos a jugar colgados del travesaño para que debido a un rebote extraño y un contragolpe fugaz te hagas con el gol sin merecimiento alguno.

Como expresión de fútbol, para mi las tres mejores selecciones de la copa fueron Chile, Argentina y Perú, en tanto los paraguayos mostraron la voluntad inquebrantable que los caracteriza y la selección boliviana mostró que ha crecido. Los tres primeros dieron buenos partidos, buscaron el triunfo, pero la diferencia entre ellos es que la selección peruana viene recién llegando, está empezando un proceso que la puede llevar muy alto si siguen la misma senda.

Brasil en cambio fue un alma en pena, Neymar-dependientes, como si no supieran que se trata de un deporte colectivo, que no tiene el individualismo del tiro al arco o el motociclismo. Los uruguayos merecen mención aparte: rara vez se ve a un grupo tan bueno de jugadores ser tan egoístas en el juego, su concepto de fútbol es negar espectáculo, echarse atrás y apostar al rebote aquel o la patada fantasma que les puede dar el triunfo.

Los dos mejores entrenadores del campeonato: Sampaoli y Gareca. Sino fuera porque Martino dió un gran espectáculo en el partido contra Paraguay sería de lo más malo de la copa. Con Martino Argentina seguirá siendo segundona y eso no es poco, pues hace 20 años que no ganan nada (Aviso de utilidad pública: Contraten a Gareca).

Los mejores de Chile, para mi Aranguiz y Medel. Verlos jugar es volver a la pichanga de tierra, esa que se juega con ganas, poniendo la pierna y el corazón en cada pelotazo, es olvidar que el fútbol profesional ha sido por demasiado tiempo un antro de mafiosos liderados por gente como Grondona y Cía., para recordar que era divertido correr, gritar y empapelarse a chuchadas en la cancha para al final volver a ser amigos. Esos dos juegan como la tercera opción de vida, actúan así porque es lo natural, es lo que hay que hacer, dando lo mejor sin esperar nada a cambio.

Me dicen que no hay recambio de jugadores en Chile. Es verdad, pero ¿que importa? -digo, mientras me tomo una lata de Escudo helada. El fútbol es para celebrar la victoria y llorar las derrotas.

Y empiezo a creerme que es como la vida misma.

Si alguno de ustedes recuerda que fue lo que tuvo de entretenido alguna vez eR, la mayoría coincidirá que era reunirse en los canales del IRC, donde atacábamos y nos faileábamos mientras nos reíamos de nosotros y del resto, tomando el juego en serio, pero no tanto para creer que era verdadero.

Cierto, demasiado parecido al fútbol, a ese que aparece cuando se juega bien y nos dejamos llevar por la ganas, por los huevos y ovarios, llegando hasta ese punto en que nos damos cuenta que, mientras demasiados nos dicen que fallaremos, somos nosotros mismos los únicos creadores de monstruos que pueden hacernos naufragar.

La verdad es otra cabros, la verdad la puede traer el interior de una lata de Escudo fría y dice que todo es posible si es que así lo queremos pero que no se nos va la vida en ello. Sino, vean como pateó el penal Alexis, casi con displicencia, recordando que nada es realmente tan importante.

Me hubiese gustado que De Gavardo, un luchador por definición, hubiera visto el partido, pero el destino no lo quiso así. El sigue rodando ahora por nuevos caminos: Buen viaje, gigante!!

Se acabó la Escudo.

Me dicen que el fútbol es la vida misma. Sí les creo, tienen razón.

Salud!!