¿Quien da más que las cool pics?

Day 890, 08:32 Published in Spain Spain by Mojo Jojo23
I. Introducción.

Ayer fue un día de alegría pero también de tristeza para una parte muy activa de nuestra sociedad. Me refiero a la hermandad que formamos los coolpiqueristas, una hermandad como pocas hay en eRepublik pues está por encima de las disciplinas partidistas, de las diferencias religiosas, de la pertenencia a un país u otro. Vimos como empezaba su andadura un gran proyecto, la Internacional Coolpiquerista. Pero por desgracia también asistimos a la desaparición del artículo que suponía su presentación en sociedad y de otro publicado posteriormente.

Somos sabedores de lo denostada que está nuestra condición, tanto periodistas como lectores de la prensa coolpiquera somos considerados los parias de la prensa. Esta situación que vivimos es incomprensible y sólo se explica por una serie de prejuicios derivados tanto de la VR como de circunstancias de eRepublik. Pese a las vehementes demandas de cool pics, los coolpiqueristas no queremos imponer nada a nadie, ello sería una empresa inútil. No por ello podemos renunciar a que tanto los nuestros como aquellos que nos rechazan sepan que las cool pics son mucho más que un tipo de imágenes que despierta especial admiración.

Para comprender el lugar que ocupan las cool pics en nuestras vidas debemos de superar ideas preconcebidas, como que las cool pics son simplemente un recurso muy ordinario para obtener votos y escalar puestos en el latest list de la prensa. Tal afirmación es una leyenda urbana. Nadie ha presentado pruebas estadísticas que demuestren que las cool pics alteran significativamente el top de la prensa. Si queremos comprender el lugar que ocupa las cool pics en nuestro mundo mental no nos basta con apelar a un maligno influjo libidinoso. Del mismo modo, los coolpiqueristas no podemos achacar tan sólo a la mojigatería el recelo que despierta nuestro particular afición a estas imágenes.



No podemos comprender el fenómeno completamente si no es en relación con la propia historia erepublikana. Al mismo tiempo podemos partir de una premisa derivada de la antropología: entender nuestra sociedad como un texto complejo y plural en el que confluyen una serie de discursos que interactúan entre si y que se ordenan por parejas de significados opuestos. En este sentido el coolpiquerismo sólo se entiende por oposición a una parte del resto de los discursos generados a partir del cuerpo como tema o metáfora. En realidad las cool pics son transgresoras en nuestra sociedad no tanto por ofender un decoro con raigambre en la VR sino porque se oponen a esos otros discursos corporales presentes en nuestra sociedad. Éste será el tema de un segundo artículo. En esta primera entrega trataremos cuestiones sobre nuestra historia reciente relacionadas con el coolpiquerismo. Espero que alguien más viejuno aporte una tipología y una cronología de tan notable manifestación de nuesta cultura.

Es mucho lo que se puede decir a partir de las cool pics. De ahí que este artículo se titule como lo he hecho ¿Quien da más que las cool pics?

Para quien todavía no conozca este peculiar fenómeno erepublikano, se entiende como coolpiquerismo una tendencia que define a una parte de la prensa así como a sus lectores. El término procede de la expresión inglesa cool pics, la cual podemos traducir como imágenes molonas. Es por tanto la profusión de imágenes muy agradables a la vista lo que define a este tipo de prensa. Así descrito, el concepto es ciertamente algo genérico, debemos concretar más para ajustarnos a la realidad. Cuando hablamos de cool pics nos referimos por lo general a una clase muy concreta de imágenes: aquellas que explicitan de forma clara y rotunda la belleza física de ejemplares de la especie humana, de género femenino la mayor parte de las veces. Según palabras de los expertos en la materia, los administradores tienen muy claros los límites: son censurables las imágenes que muestren genitales o pezones en el caso de las mujeres.



II. Un poco de historia reciente:

Vamos a aprovechar para echar un vistazo a los tiempos pretéritos sin tener que partir de una persona o de un imperio como suele ser habitual. Las manifestaciones de nuestra cultura también son un buen pretexto para volver la vista atrás. En fin.. entre los ciudadanos de mi generación algunos prejuicios acerca de las cool pics derivan o encuentran su justificación en circunstancias de la historia de eEspaña. A este respecto, yo sólo hablaré de lo que he llegado a ver y no de lo que me han contado.

Pues por una parte fue como algo característico de la actividad parlamentaria outgame de la época de la Guerra de la Independencia (para otros "reconquista") que muchos conocimos el término cool pics.Y por otra parte es indudable que muchos tratan de reducir este fenómeno asociándolo en exclusiva a la celebración del pr0n y del erotismo que fue en parte constituyente de la yihad realizada en los pasados meses de octubre y noviembre por el revivalismo político varnishista. Ambos hechos han contribuido a que las mentes bien pensantes sean reacias a aceptar el fenómeno coolpiquerista. En otras ocasiones, el coolpiquerismo es rechazado porque contraviene los esquemas del actual sacrosantísimo utilitarismo bélico y del coprolenguaje empleado como programa lamentable de confrontación social.


1. la politización de las cool pics or GTFO.

Durante el pasado verano se coló en el reglamento del Congresito un coolpiquerismo normativo de obligado cumplimiento para sus señorías -me permito escribirlo con minúscula. Pero por mucho que se quiera lo que sucedió entonces en el Congreso no es equivalente al coolpiquerismo que hoy día se desarrolla en la prensa. No sólo porque se estiró al máximo el carácter genérico del término por parte de los congresistas serious business, sino sobre todo porque a fin de cuentas aquella Ley de Cool Pics or GTFO era un gran fake. El motivo: las cool pics eran en realidad lo de menos, más que un fin en si mismas eran simplemente otro medio más, una forma como otra cualquiera de lulzear en el Congreso; la diversión estaba en el verdadero fin de la ley, el troleo para lucimiento de unos pocos incordiando a unos muchos, unos muchos que por desgracia también se prestaron.

Al menos que yo recuerde que entre los promotores de la ley cool pics or GTFO no hubo nadie reconocido por publicar este tipo de imágenes en la prensa ingame. No lo puedo asegurar con total certeza porque sólo tengo 10 meses y no conozco la trayectoria anterior de cada uno. Lo que si puedo confirmar es que salvo dos o tres casos, prácticamente nadie de los que protestaron cuando la ley fue derogada se pude considerar como coolpiquero. Es más creo que más de uno ni se acuerda ya de este asunto. Por tanto, repito las cool pics eran lo de menos y lo que importaba era otra cosa. Sin embargo más de un valedor de las buenas formas y de la calidad en la prensa sigue oponiéndose a las cool pics según los esquemas de confrontación que surgieron en ese momento.



Hay que recordar el contexto, precisamente una época que se empieza a llenar de mitos. Hoy estamos habituados a una pirámide de la fama o del protagonismo en la que destaca su cúspide con unos pocos. Pero hubo un momento al principio de la ocupación francesa en el que dicha pirámide se invirtió, en el que el fue mayor el protagonismo de la base, una base que no era sino la nación al completo en armas. El pueblo de eEspaña tuvo un grado de protagonismo que hoy sería inimaginable.

El país fue entonces por primera vez invadido completamente y el poder ejecutivo estuvo durante días en estado cataléptico. Digan lo que digan algunos, entre los ciudadanos notables sólo Charrito mostró iniciativa desde el primer momento. Mientras tanto todos los demás se dedicaban a poner las bases del escenario político tal y como hoy lo conocemos, a poner en marcha esta nave de locos que terminó por entrar en velocidad absurda con las elecciones de diciembre pasado.

La obligación de acompañar las propuestas con cool pics se enmarcaba en una serie de iniciativas legislativas lulzeantes o troll, cuando no se basaban simplemente en rencores personales. Éste fue la interesante labor desarrollada por los grandes estadistas, en su papel de ¿representantes? de los ciudadanos. Pues al menos en teoría eran representantes de esos mismos ciudadanos que no entendían a que venía el rollo ese de meter cizaña y preferían permanecer unidos combatiendo al enemigo y sembrando el caos y la desinformación en la prensa del país ocupante. La guerra psicológica que se llevó por delante a todo un baby boom francés fue ante todo una iniciativa ciudadana que sólo inspiró un gran cafeterismo entre algunos compadres de la patria. Éstos tenían cosas más importantes que hacer... se esmeraban en sembrar la discordia en eEspaña.



Sin embargo quienes estaban empezando en este mundo no apartaban la mirada de nuestro verdadero oponente, el país que había invadido el nuestro. Reconozco que por aquel entonces mis escasos puntos de daño beneficiaron más a Grecia que a mi propio país, pero siempre estuve allí como otro soldado del spam. Formábamos una tropa invencible... nos sentíamos fuertes y unidos, nos sentíamos como gigantes cuyas carcajadas a costa de los gabachitos barrían Francia desde Perpignan hasta Calais. No nos cansábamos de hacerles rabiar posteando una parida tras otra en su latest. El mismo Halesis ha recordado como algo desagradable esta nueva modalidad de la furia española.

No pocas veces las cool pics fueron un ingrediente esencial del spam español. Pero tristemente se ha olvidado este coolpiquerismo de la Resistencia Española al igual que está sucediendo con la memoria de su esfuerzo colectivo. Al centrar nuestra atención sobre aquella época vemos cómo se logró menoscabar el protagonismo que poseía entonces un pueblo unido contra el invasor. Porque si bien todos deseábamos por igual una liberación de nuestro territorio nacional (sin hacer diferencias entre una regiones u otras), era evidente que había una minoría que a este objetivo común sumó como objetivo particular el de un país dividido. La imposición por supuesta vía democrática -porque la democracia es diálogo, no la fuerza de los números- de las cool pics en el Congreso, al igual que otras tantas iniciativas aprobadas por entonces, formaba parte de una estrategia más general de división y las cool pics sólo jugaban un papel accesorio.



A efectos de lo que nos interesa, el tema de las cool pics, podemos concluir que en algunas mentes sensibles que vivieron esa época ha quedado como secuela una asimilación entre cool pics y la victimización de las cebollas. Existe pues hoy día un extraño síndrome que afecta a la valoración de las cool pics. Tal síndrome se caracteriza por una especie de acto reflejo: hay a quien al visualizar un exceso de belleza femenina un mecanismo mental se le activa, el mismo que hace lagrimear a la gente corriente cuando percibe el vapor ligeramente sulfuroso que desprenden las cebollas. La antigua legislación lulzeante ha tenido a la larga efectos imprevistos, igual que los tuvo la psicología conductista aplicada a los combatientes de la Guerra de Corea. Tales efectos inciden en parte en la valoración peyorativa de las cool pics. Pero mentiría si afirmase que la determina completamente.

2. El varnishismo y la santificación del pr0n.

Aquí poco podemos añadir. El fenómeno del revival varnishista ya lo he tratado en otros artículos desde una perspectiva secular, también he comentado las implicaciones éticas deducibles de la Revelación del mantra y de la Epifanía de Sasha -véase los versículos velardianos- desde la óptica de un creyente heterodoxo. Gran parte de la ciudadanía se empeña en reducir el varnishismo a los excesos de los sectarios o a propia su relación personal con los profetas originales de este credo. Se trata en definitiva de una visión muy parcial de un fenómeno religioso muy complejo y que trasciende tanto el culto de figuras totémicas animales u antropomorfas cuyo origen se haya outgame como las supersticiones de diosecillos-amuletos importados de otros ámbitos online. Si bien el varnishismo ha evolucionado y en su vertiente política es un revivalismo que tiene raíces mundanas y se contradice a si mismo, es sin duda la devoción más extendida. Y ello es así al margen del declive de su partido confesional. El varnishismo va más allá de la secta matriz porque no aspira como las demás religiones a ser el culto privado de un grupo muy concreto. Posee por el contrario en su esencia una vocación universalista.

Posteriormente a la liberación de eEspaña (lo que algunos llaman reconquista) surge el revivalismo varnishista. Las causas por las que se recupera esta religión se relacionan con los cambios en el sistema de partidos derivados del reseteo del Top5 por la invasión y desaparición de eEspaña. El nuevo orden político se prestó a experimentos por parte de quienes habían pasado a segundo plano. Todo lo demás es conocido. Hubo una ola de spam en los medios que sacó de quicio a gran parte de la población. Para gran parte de la ciudadanía la imagen que ofrecía la secta era totalmente deplorable. El flameo sectario incluyó en ocasiones el posteo de imágenes pr0n tanto ingame o como outgame. Ésto junto con la figura de la No-Virgen Sasha, encarnada en la vida real como actriz pr0n, y el reconocido coolpiquerismo de muchos de sus miembros, ha llevado a que muchos asocien cualquier celebración del erotismo o cualquier referencia visual a los cuerpos semisdenudos como señal de identidad de una secta descarriada e infame incapaz de aportar nada útil a este mundo. Como se puede ver, la asociación sesgada de cool pics con una visión peyorativa del varnishismo es otra fuente de desprestigio para esta manifestación cultural. Se trata de una manera muy interesada de ver las cosas.



Como prueba el propio surgimiento de la Internacional Coolpiquera, el coolpiquerismo es un nexo de unión entre ciudadanos de distinta afiliación. Se trata de una visión del juego en el que lo mejor de la VR no es proscrito para convertirnos en cyborgs del clikeo. La belleza del cuerpo humano irrumpe en la el mundo virtual para recordar que hay vida allá fuera, que no todo está bajo control como sucede en este mundo en el que cualquier cosa es en gran parte predecible mediante calculadoras. El coolpiquerismo no es obsceno y no es grosero, es una conducta espontánea, ingenua y desinteresada porque no aporta nada más que el disfrute de ver una imagen.

Y sobre todo es sano en tanto que ayuda a dignificar la imagen del cuerpo en este mundo. No creo necesario recordar que aquí la dimensión material del ser humano está grotescamente devaluada por unos discursos en los que el cuerpo aparece como fuente de inmundicias. Véase como todo lo que no sigue el ritmo marcado por el poder político-militar solo puede ser ascazo -y por tanto náuseas-, excremento volante no identificado, o equis donde los orines hacen diana. Pero bueno, ese es el tema del siguiente artículo de divulgación sobre las bondades derivadas del coolpiquerismo.





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